domingo, 14 de diciembre de 2008

...la risa a raya




Advertido y medroso desto el castellano, trujo luego un libro donde asentaba la paja y cebada que daba a los arrieros, y con un cabo de vela que le traía un muchacho, y con las dos ya dichas doncellas, se vino adonde don Quijote estaba, al cual mandó hincar de rodillas; y, leyendo en su manual, como que decía alguna devota oración, en mitad de la leyenda alzó la mano y diole sobre el cuello un buen golpe, y tras él, con su mesma espada, un gentil espaldarazo, siempre murmurando entre dientes, como que rezaba. Hecho esto, mandó a una de aquellas damas que le ciñese la espada, la cual lo hizo con mucha desenvoltura y discreción, porque no fue menester poca para no reventar de risa a cada punto de las ceremonias; pero las proezas que ya habían visto del novel caballero les tenía la risa a raya. Al ceñirle la espada dijo la buena señora:

—Dios haga a vuestra merced muy venturoso caballero y le dé ventura en lides.

Del capítulo III, don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes.

4 comentarios:

  1. Si El Quijote estuviera ilustrado con muchas fotos como ésta, seguro que más de un perezoso se animaría a leerlo.
    Un procesado estupendo, esas nubes y el color del cielo atraen poderosamente la atanción.
    Un saludo!

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  2. Maruiluz esta foto realizada en el verano la tenía reservada para las entradas del Quijote que voy editando de vez en cuando. Esta venta y según un historiador y estudioso del Quijote hubiera sido perfecta para ubicar los hechos acontecidos al hidalgo en la venta cuando fue armado caballero.
    Saludos

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  3. "Num lugar da Mancha, cujo nome não me quero lembrar, vivia um fidalgo..." Fástástica foto.
    Parabéns
    saludos de Portugal, pois Cervantes (o meu escritor preferido) não tinha algo de português?

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  4. Hola JR y bienvenido a este blog de un manchego enamorado del Quijote pero también de tu tierra, de tu pais Portugal, de Iberia, siempre que puedo voy de vacaciones al Atlántico, saludos

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