Jesús de Haro Malpesa

"Calata tienes que hacerme unas fotos para un libro que estoy terminando...”, vivíamos entonces en el Pasaje y tenia una habitación del piso con un telón clavado a la pared que yo mismo había pintado, fue allí donde le realicé esta foto, en la pelicula de 6x6 su imagen quedó con mirada tranquila, pensativo y algo serio, “un retrato no se lo hace uno todos los días...” decía, “...y además en blanco y negro, como tiene que ser”.

Para esta entrada del Blog he pedido a mi amigo Edmundo que escriba algo sobre Jesús, compartían inquietudes literarias y amistad, también os dejo un enlace que he encontrado en la Web.
http://jesusdeharomalpesa.org/

Todavía se celebraban los santos viejos o eso quiero creer. Ahora las tardes de merienda se han quedado para entretenimiento de niños y adolescentes. Aquella del 9 de febrero del 2001, festividad de Santa Apolonia, habíamos regresado de las lagunas de Villafranca de los Caballeros, volvíamos de tomar un café y preparábamos para hacer merienda-cena. Era en casa de Concha y Manolo. La noticia fue un mazazo. Creo que todos corrimos. Me resulta difícil ordenar los recuerdos a partir de aquel momento; es más, no creo que esté en condiciones de decir quién avisaba de tan mala noticia ni si fuimos primero a su casa o al tanatorio, donde sí nos reunimos un montón de amigos, tantos como los que Jesús fue haciendo en Alcázar desde aquel buen día en que decidió instalarse en nuestro pueblo. Jesús terminó formando en Alcázar un universo en torno a él. Yo tengo el privilegio de haber girado en una de sus órbitas. En mi haber cuento con poder recordar, desde mi temprana relación con él, allá por 1980 poco más o menos, una preciosa geografía de mi Alcázar a través de los pisos que habitó, un magnífico día de cometas en el Valle de la Paz, mi primer viaje hasta Granada con Juan y Ana recitando fragmentos de El viaje entretenido, de Agustín de Rojas, que Sanchis Sinisterra utilizaba en un texto teatral que Manolo, Aúreo y yo preparábamos entonces en La Mueca para representar, el reencuentro con su casa una vez que Teresa, mi esposa, se instaló con él… tantas y tantas cosas que fueron sucediéndose en el tiempo. Resulta curioso lo que sucede con el tiempo. El tiempo, tratándose de Jesús, parece detenido. Muchas veces he tenido al amigo entre las manos. El año pasado con los poemas del libro Referencias -Guidoriccio, ¿va o viene?-, no hace mucho con las memorias que él rescató de los que participaron en la campaña de Andalucía de 1808, en estos últimos días con los relatos de El coleccionista de charcos y otras historias mientras buscamos una imagen que nos sirva de pretexto para reunirnos en su nombre.

Edmundo Comino Atienza

Esta foto la acabo de recibir, me la ha enviado Enrrique Sánchez Lubián y hace referencia al día de cometas que comentaba Edmundo.