martes, 23 de septiembre de 2008

extraños árboles





Carretera nueva, antiguo camino, tantas veces recorrido, el paisaje va cambiando de manera casi imperceptible a lo largo de los años, tantas veces observado e ignorado a la vez, de repente, una mirada fugaz y algo llama la atención en la aburrida llanura, efímero para nuestros ojos, pero están ahí desde siempre, llamando nuestra atención una y otra vez sin éxito, testigos inmóviles de nuestras idas y venidas. Travesía entre dos puntos, camino que hay que seguir, Toledo-Alcázar, Alcázar-Toledo, con alegría, con melancolía y las más..., nada, solo viaje, como si lo importante fuera el lugar de partida o el de llegada. La rutina, la vida misma, la familia, los amigos.

Estos extraños árboles, quizás os recordaran en la próxima travesía a alguien que estuvo ahí, que siempre observa y que se esfuerza en ello, o eso quiero creer, he ido para conocerlos y sentirlos, para hacer un testimonio, una imagen para vosotros. Me han hecho una revelación: tienen una casa en sus raíces y no es metáfora.

Para Maribel, Quique, María, Julia y Adrián.

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