Cuando iba con mi padre a comprar cebollas al campo, recuerdo que me quedaba embelesao en la contemplación de los colores rojos y ocres de las capas de esta liliácea, detrás de capa aparecía una, otra y otra más con colores aún más vivos y llamativos, pensaba yo entonces que esto sería digno de realizar alguna fotografía.
Este recuerdo me vino a la mente cuando pensando en que hacer para la ponencia gastronómica de Manuel de la Osa (que tiene lugar todos los años a finales de noviembre en la ciudad de San Sebastián y para el congreso lo mejor de la gastronomía), ya que debía de preparar algo distinto, algo nuevo, pues en ediciones anteriores eran proyecciones de fotos de paisajes, productos y platos de la Mancha con pocas variaciones año tras año. Decidí realizar macro-fotografías de hortalizas, frutas y peces, inventando la palabreja de “gastrofotografía” para esta ocasión, acercarse al detalle, a la textura, a las formas y los colores de productos desde esta peculiar manera de ver las cosas tan de cerca, detalles que normalmente no reparamos en ellos, nos muestran ahora sus más íntimas estructuras.
Eres un artista claro está, has logrado impresionarme como casi siempre con este trabajo, además después de observar estas fotos, creo que me gusta aún más comer, cosa difícil. Espero que a los asistentes a Donosti también les sorprendas ("seguro que sí").
ResponderEliminarUn abrazo, Angelito.