Lo ideal para la fotografía macro es contar con un objetivo especifico para esta tarea, es decir, que sus lentes estén optimizadas para trabajar a distancias cortas (pero a infinito también). Hay muchos objetivos zoom que estando pensados para otras labores más "comunes" ofertan también la opción macro, pero repito, lo ideal es una lente macro, ya sea de 50 mm, 100 mm o 180 mm y con una buena escala de aproximación, como puede ser 1:1, con esta escala podemos reproducir objetos a su tamaño real en el negativo o captador digital. En mi caso prefiero la focal de 100 mm pues te permite llegar a esa escala de reproducción sin "echarte" encima del objeto, insecto o lo que sea, manteniendo cierta distancia y con la ventaja de poder utilizar cómodamente un parasol o un flash colocado en el frontal, o incluso si me apuráis no entorpecer el sujeto con nuestra propia sombra o de la cámara.
Otro tema a tener en cuenta es la profundidad de campo ya de por sí muy corta en este campo de la macrofotografía, podemos hacer pruebas con distintas aberturas, para conseguir, por ejemplo más o menos desenfoque sobre los fondos, ésto nos ayuda a destacar el motivo principal consiguiendo un bonito bokeh en las zonas sin foco, así mismo hay que observar estos fondos para previsualizar como quedará la foto, pues tan importante es el motivo principal con buen foco como un fondo bonito y acorde para toda la imagen.
La iluminación puede ser en principio la natural, aunque también se pueden utilizar uno o varios flashes, muy recomendable un buen trípode, levantar el espejo y un cable disparador o retardador de 2 seg., muchas tomas salen desenfocadas y otras muchas trepidadas (movimiento de la cámara durante la acción del disparo). Yo suelo disparar a mano con sensibilidad de 400 iso y diafragmas de f4 o f 5,6.
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