Riiiiing.
- Dígame
- Hola, buenos días, soy un cliente, llamo para realizar un pedido.
- Su código, por favor.
- ¿código? no sé, soy el de la semana pasada.
- aaaaaaaah, es usted el de la pared con grafito y árbol floreciendo.
- Si y botella de plástico a-plas-ta-da.
- Si, si, ya lo recuerdo y ¿le quedó bien el asunto?
- ¡como no!, bueno, mire, como la Semana Santa está a la vuelta de la esquina estaba pensando en unos capuchinos de colores, algún penitente o incluso en algún Salzillo.
- Pufff, pues de lo que me pide esta todo agotado, estas cosas están ya pedidas y apartadas desde hace tiempo, los capuchinos se acabaron enseguida, los penitentes se ofertaron muy pocos y los Salzillos pa mi los querría.
- Y una pasión viviente con sus romanos y todo, va a ser también difícil ¿o qué?
- Mire usted, por no quedar no quedan ni potajes, ni torrijas, ya sabe que son temas muy demandados para esas fechas. Aún así déjeme que mire en el almacén.
- .............♪♪♪♪............
- Oiga, oiga.
- Si, sí.
- Vamos a ver, he encontrado unos palos que creo son reposaderos de aves o algo así y pueden dar el pego.
- ¿A quién le tengo que dar el pego?
- No, nada, disculpe, cosas mías. Estos palos son en madera natural y de unos cuatro metros de largo y muy poco usados.
- ¿Y usted cree qué con unos palos voy a hacer algo?
- Bueno, ese es su problema, yo lo digo lo que hay.
- En fin…., concretando, envíeme tres palos y quería también algún cielo.
- Pues está usted de suerte, precisamente acabo de recibir algunos procedentes de un requisado por impago, hay unos azul celeste preciosos.
- Celestes no, mire alguno con nubarrones.
- Ah! si, no me acordaba que usted….
- ¿Cómo dice? No le oigo bien.
- No, nada, nada, le escojo alguno de esos que le gustan y se lo envío todo y se lo giro como de costumbre.
- Muchas gracias, adiós.
Clinnnnk.
Joder que tío más raro, éste se cree que uno tiene que tener de todo y cuando quiera y con exigencias, que vaya a otro proveedor a ver que le dan, ¡no te digo! Me gustaría ver lo que saca con los palos.
Hace 2 horas
Con esta entrada creo que concluyo este ciclo, no quiero ponerme pesadito, además las relaciones proveedor-cliente se están poniendo más que castaño oscuro.
ResponderEliminarno he podido esperar ni siquiera al domingo de ramos, saludos
¡Toma ya Semana Santa en plan bricomanía! El Gólgota por cuatro duros. Si es que en esta vida (y en la otra) hay que ser apañao pa to, que ya lo decía mi madre.
ResponderEliminarSiento que se acabe la serie. Me temo que no harás una foto de capuchinos y penitentes que me guste más que esta, ¿o si?.
(Por cierto, qué dominio del diálogo, compañero, lo más difícil de la literatura. Tú tienes otras aficiones ocultas, además de la fotografía, confiésalo...)
Tres palos, tres cruces y un proveerdor que no se porta del todo mal... tampoco es para quejarse. Una gran foto
ResponderEliminarSaludos
Los últimos capuchinos me los han vendido a mí... eran nazarenos... ;)... una buenisima composición. ¿Y dices que no le quedan cielos al proveedor...? una pena... hasta el año que viene entonces... estoy deseando ver la explosión de color...
ResponderEliminarUn saludo.
Pues nada, cambiate de proveedor el se lo pierde, ademas con esta crisis...
ResponderEliminarSorprendida me tienes a mi tambien! que calidad de conversacion, puede ser que tengas algo mas por ahí escrito?, si es que nos vas a acostumbrar al acompañamiento de tus fotos y... y... mola que te inclinas oye. Que barbaro!
La foto? uy me olvidaba, para ser el ultimo pedido, lleva una fuerte interpretacion, muy buena como es costumbre.
Bicos
Esplendida imagen con sello propio, nos podria llevar al mismisimo monte de los Olivos (creo?). Ahora ya costara encontrar cielos, mas que nada por la prima Vera jeje
ResponderEliminarUn Saludo
Al ver la foto me he acordado de lapalícula Espartaco..., las cruces una tras otra...
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana
Ja, ja, ja. Eso es apañarse con lo que hay, y lo demás tonterias. Buena composición. Un saludo.
ResponderEliminarP.D.: Estoy empezando a echar en falta el arbolito, jejeje.
Alucino contigo, Calata. Jajaja. Es la más pura esencia de la Semana Santa sin pretenderlo. Sigue llamando a esos proveedores. Sacan las castañas del fuego con un acierto...
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