Para mí, de niño el día de las flores era el día anterior al de todos los Santos, vivíamos en la calle Álvarez Arenas o también llamada de “correos”, era aquí en esta calle en los años sesenta y setenta donde se vendían las flores para llevar al cementerio, lo recuerdo como una “fiesta” de color y de aromas intensos, las dos aceras de la calle se llenaban de puestos que previamente se delimitaban pintando con cal en el suelo y con un número; los aromas de flores eran tan intensos que incluso inundaban las viviendas, rosas, claveles, crisantemos y crestas se despachaban sin parar en un ir y venir de gentes creando una escena digna de los mercados orientales.
Recuerdo que mi padre solía ceder las cocheras de casa para los vendedores que venidos desde Murcia almacenaban aquí ingentes cantidades de cajas llenas de flores, luego al terminar la venta y recoger los puestos el suelo quedaba teñido de colores, sobre todo de verdes... el aroma de la calle en este día aun me perdura en la memoria.
Recuerdo que mi padre solía ceder las cocheras de casa para los vendedores que venidos desde Murcia almacenaban aquí ingentes cantidades de cajas llenas de flores, luego al terminar la venta y recoger los puestos el suelo quedaba teñido de colores, sobre todo de verdes... el aroma de la calle en este día aun me perdura en la memoria.
Ahora mientras escribo estas líneas he mirado en Internet para ver si se pueden comprar Online flores para difuntos,... efectivamente. Pero lo que no sabía es que hay ¡¡¡¡cementerios virtuales!!!!
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