el tesoro ignorado

Desde el año de 1928 Alcázar de San Juan se abastece de agua potable desde el pozo de Las Perdigueras aunque en la actualidad hay cinco prospecciones más para asegurar el suministro.

Fue en el año de 1908 cuando don Miguel Henríquez de Luna encabezó la iniciativa para la construcción de este pozo en el monte del Concejo y desestimando así el traer agua desde las lagunas de Ruidera. Curioso además fue la iniciativa de decorar la sala de las bombas con una azulejería de lujo, el sitio debía de quedar bonito y así el encargo se realizó al maestro de la cerámica Talaverana Ruiz de Luna, que recreó escenas del Quijote, el escudo de la ciudad y textos en referencia a la construcción de dicho pozo que se terminó veinte años después y así lo testifica el propio artesano con su firma y fecha en 1928.

En las Perdigueras llegaron a vivir hasta cinco familias, pues la mano de obra necesaria así lo requería. Un empleado se encargaba de hacer el recorrido hasta Alcázar subido en su burro y realizaba una inspección visual de la canalización, regresaba al día siguiente por el mismo sitio pero cargado de provisiones. Además de las construcciones propias del pozo (contaban también con un taller para mantenimiento de las bombas), estaban las viviendas y tenían hasta horno.

Es un tesoro ignorado, oculto y olvidado.