la caja de zapatos

En las adquisiciones que realizo para mi colección de antiguas cámaras fotográficas y accesorios varios a través de Internet, tiendas o rastros, uno se puede encontrar con la sorpresa de que al adquirir una de esas antiguas carteritas de revelado que entregaban al fotógrafo allá por el año de María Castaña descubras que esta llena de negativos, a los que con cierta impaciencia y curiosidad empiezas a escudriñar levantándolos con la mano en dirección a la ventana, son imágenes de lugares desconocidos, de difícil ubicación en el tiempo, de personas desconocidas y a las que se les puede apreciar una expresión, casi me atrevo a decir que de trascendencia, ellos lo sabían, hacerse una foto no se la hacia uno todos los días y la mayoría de las veces sería la única pose a la que se prestaban a lo largo de su vida, hacerse un retrato hace noventa años era algo raro y extraordinario.

He seleccionado algunas de ellas de personas y fotógrafos anónimos y aunque los negativos no suelen estar en las mejores condiciones, es decir, con arañazos, hongos, manchas de todo tipo están presentes en todos ellos y además cortos o largos de luz, en fin, pero lo importante en este caso es el documento. Ver las expresiones de los chiquillos agolpados para salir todos en el encuadre del fotógrafo aficionado o esa familia que sale a la puerta de la calle o esa otra que posan sentados y en la que se puede leer en el borde “Mi familia 19”, que lástima que no le cupiera el año completo al escribirlo sobre el negativo de blanco y negro ¿? Me explico: este tipo de inscripciones se hacían directamente sobre la película, pero para ello era necesario tener una cámara como la que os muestro, una Kodak Autographic, que disponía de un puntero y una ventanilla o trampilla trasera que al abrirla podías escribir sobre la película aportando un documento escrito, como el acontecimiento, el lugar, la fecha, etc... curioso es además que Kodak en Agosto de 1914 pagó la asombrosa suma de 500,000 dólares por los derechos de H. J. Gaisman's que fue el inventor de este ingenioso sistema y que por aquel entonces debía de ser lo más de lo más... Este tipo de cámaras no es difícil de encontrar, lo raro es que estén en buen estado estético y de funcionamiento y que además conserven el puntero, pues éste se solía perder en la primera excursión.

Mirar en la caja de zapatos esas fotos desorganizadas de nuestra historia es algo que de vez en cuando me gustar hacer, revisar esas imágenes de uno mismo cuando tenía cinco años retratado en San Isidro subido en ese fantástico caballo de fotógrafo ...por cierto en una ocasión a punto estuve de comprar uno, pero tenía una pata mala.